martes, 28 de diciembre de 2010

Saturnalia y Heidelberg

Desde que nos mudamos a Alemania siempre consideramos que el hogar oficial para recibir visitas iba a ser la casita de Marburg. Sin embargo, por cosas de la vida, el sotanito de Tübingen había tenido mas éxito (Ari en Marburg vs Ari, Daniela y Elisa en Tübingen). Afortunadamente esto cambió el 24 de diciembre pues Mario y Fernando llegaron de visita. Cómo era el último día de Saturnalia y las fiestas Pastafarianas  decidimos hacer una celebración teutona: compramos una caja de Weiß Bier, 4 litros de Glühwine y un Stollen y cocinamos sopa de cebolla y una pechuga de pavo con Kräuterbutter y vino blanco. Los dos días que estuvieron se nos fueron entre cervezas, comida y chismes. En verdad nos la pasamos muy agusto y a pesar de la famita de desmadrosos que tienen los genómicos, éstos se portaron re bien y hasta dejaron trastes lavados antes de irse. Pusieron el standard muy alto para las próximas visitas eh!
Sopa de cebolla, cerveza y por ahí anda una tacita de Glühwine
Colgando del techo el tradicional misionero cristiano que los alemanes colgaban (del cuello) en las fiestas de invierno
El 26 de diciembre salimos los 4 corriendo a la estación ya que los niños debían continuar viajando por Alemaniay porque Ana y yo salíamos para encontrarnos con la familia! La mamá de Ana y sus hermanas están viajando por Europa desde el 20 de diciembre y el 26 les tocaba visitar Heidelberg, ciudad convenientemente situada a 2 hrs de Marburg. Después de un relajante viaje en tren llegamos a Heidelberg, nos registramos en nuestro hotel y salimos a encontrarnos con la familia. El camión en que venían se retrasó un poco, por lo que tuvimos la oportunidad de disfrutar de 25 minutos de espera a la intemperie bajo una nevada intensa y rafagas de viento helado. Afortunadamente en cuanto apareció el camión donde venían se nos olvidó el clima y de hecho hasta se alivianó bastante el viento. El camión se estacionó, lentamente se abrió la puerta y subitamente salió alguién disparado corriendo hacia donde estabamos, era la mamá de Ana que ya no podía aguantar ver a su nuero consentido después de mas de un año! y supongo que a Ana también. Muchos besos y abrazos después pudieron bajar Norma y Toña del autobus y nos dirijimos a comer comida alemana a un restaurante que Ana y yo ya habíamos identificado previamente (solo tenían 3 hrs en Heidelberg y había que aprovechar al máximo).

Pa que no digan que exagero con lo de la tormenta! tengo pruebas!
Toña, Edgardo y Ana en Taberna
Ave y Norma
De ahí nos fuimos a un Weihnachtsmarkt a tomar una taza de Glühwine (que a norma le pegó como si fueran 4) y a caminar por Hauptstaße,  la calle peatonal de la ciudad.


El castillo de Heidelberg iluminado de noche
La familia en el Weihnachtsmarkt, a Norma se le nota la tacita de Glühwein!
Cuando nos dimos cuenta ya era hora de volver al autobús que las llevaría a su hotel! afortunadamente el guía se puso guapo y nos dejo irnos con ellos hasta Veihnheim (pueblo perdido entre Heidelberg y Mannheim donde estaba su hotel). Así pudimos estar otras 4 hrs con ellas echando el chisme y recibiendo regalos hasta que llegó nuestra hora de partir pues era domingo y estaba por pasar la última corrida del tram de regreso a Heidelberg (que por cierto, el sistema de boletos es tan poco claro que creo que pagamos menos de lo debido, afortunadamente no hubo controladores). Fue un gran gusto y una gran recargada de pilas la oportunidad de encontrarnos con la familia en Alemania!

Última foto en el hotel
Esa noche llegamos agotados al hotel con la convicción de descansar y al día siguiente nos despertamos hasta las 10:30, nos arreglamos, hicimos el chek out del hotel y fuimos a dejar las maletas a los lockers de la Bahnhof (2 euros x 24 hrs). Luego, como ya hacía hambre fuimos a comer-desayunar (eran 12:30 y los teutones comemos a medio día) a un restaurantito agringadón. Hay que hacer una pausa para explicar que Heidelberg es una de las ciudades mas cosmopolitas de Alemania y que está infestada de gringos y llena de taka takas, franceses y otros europeos y americanos menos importantes. El inglés es super común y hasta yo me saqué de onda de lo mucho que se escuchaba en las calles. Total, este restaurante tiene un menú agringada y servicio alemán pero la comida resultó bastante sabrosa y a un precio muy razonable. Eso si, las cervezas son mucho mas caras que en el resto de alemania! 2.60 euros por 300 mls?? en Tübingen se paga eso por 500 mls!!!!!

Hamburguesa Cesar con mayonesa hecha en casa, las otras papas eran de Ana
No, no vendían jugos, era una tienda de accesorios
Y bueno, de ahí fuimos a conocer las dos principales atracciones de la ciudad. El castillo y el Altebrucke (puente viejo). Al castillo se puede subir por un funicular o a pie y nosotros valientemente decidimos subir a pie por unas escaleras cubiertas de nieve y hielo. Una vez arriba pudimos admirar la vista de la ciudad, pero también la gandalles alemana pues el boleto para entrar al castillo incluye el viaje redondo en el funicular (3 euros de castillo y 2 de funicular). Como sea la visita al castillo valió mucho la pena y pues de regreso en lugar de arriesgar la vida en las escaleras tomamos el funicular que está muy mono.

Ana y yo desde el segundo patio del castillo
El mercadito donde tomamos Glühwine la noche anterior visto desde el primer patio del castillo
Heidelberg y el castillo desde el segundo patio
Detalles de la entrada principal al castillo


Fosa entre la primera y segunda muralla y torre
Tonel principal del castillo, usen a los taka takas como referencia de tamaño
El Neckar desde el Altebrucke. El Neckar es el mismo río que cruza Tübingen, solo que a la altura de Heidelberg si es navegable
Altetor del Altebrucke (Puerta vieja del puente viejo)
Finalmente llegó el momento de volver a Marburg, el viaje de regreso se fué rapido pues ibamos tan agotados que nos dormimos casi todo el tiempo. Demasiados buenos momentos y emociones también cansan!

Bonus.- En las escaleras para subir al castillo estaba este gato sentado. Muy sociable se dejó acariciar y todo por lo que suponemos que nomas se pone ahí para interacturar con las oleadas de turistas que pasan diario por ahí. Le psuimos Odin.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Invierno en Alemania, la revancha!

Por fín llegó el frío a Alemania. El año pasado estábamos casi casi recien desempacados y nos adaptamos como pudimos a la situación. Este año ya teníamos experiencia y creo que hemos encarado mucho mejor nuestro segundo invierno. Desde hace un par de meses nos resurtimos de chamarras, sudaderas y calcetines calientitos y mi bicicleta fué momentaneamente cambiada por un abono de autobús. Y así de pronto nos cayó la primera nevada del año, no había ni empezado diciembre y ya todo estaba cubierto de nieve.
Marburg tras la primer nevada del año
A los pocos días de la primera nevada llegó diciembre junto con nuestra tradición invernal alemana consentida: los mercaditos de navidad! el Weihnachtsmarkt de Marburg dura casi todo el mes y en cuanto se instaló nos lanzamos a comenyar la temporada de Glühwine.

Weihnachtsmarkt en la Marktplatz de Marburg, la multitud corresponde a alemanes bebiendo Glühwine

Para celebrar el inicio de la temporada invernal se ilumina la ciudad durante el primer día de Weihnachtsmarkt

Y Anita empieza a darle duro al vicio

Otro Ana?
Nudelnweihnachtsbaum
Este año el invierno ha sido mas normal en Tübingen que el año pasado. Cae nieve durante 3 o 4 días, luego sube levemente la temperatura despejando un poco la ciudad y luego vuelve a nevar. Por el contrario, Marburg sigue con nevadas casi diario que ocasionan muchos problemas de transporte pero que hace que la ciudad se vea divina.  Así se ve el invierno desde la ventana de nuestra casa de Marburg:




En Weidenhäuser, el barrio mas antiguo de la ciudad
En Tübingen el Weihnachtsmarkt solo dura un fin de semana! La particularidad de este mercado es que los puestos no son de "profesionales" y para esto hay que aprender un poco sobre la cultura alemana. A los alemanes les encantan los clubes y buena parte de su vida social gira alrededor de estos, tienen clubes de cuanta actividad se puedan imaginar: criadores de conejos, ajedrez, canoas, jardinería, cerveceros aficionados, tenis, futbol, volley, tejido, arquería, parapente y un largo, larguísimo etcetera. Como estas actividades no son baratas (sobretodo en un país donde se necesita licencia para todo) los miembros del club aporvechan el mercado de navidad para poner un puesto de salchichas o Glühwine y conseguir dinero. También ponen sus puestos los campesinos y artesanos de los alrededores y venden desde artesanías de madera hasta instrumentos musicales. Esto hace que el mercadito abarque casi toda la altstadt y si encima le sumamos que solo dura 3 días, lo que forza a todos los habitantes de la ciudad a visitarlo casi al mismo tiempo, obtenemos una romeria enorme y digna de la Ciudad de México. El año pasado Ana no lo pudo visitar, pero este no perdimos la oportunidad y además tuvimos el plus de que estuvimos con Andrea, una amiga alemana.
Tübingen Weihnachtsmarkt de noche

Tübingen Marktplatz Weihnachtsmarkt

Y bueno, la última tradición que falta es la fiesta de fin de año de mi laboratorio. Este año entiendo mucho mas Alemán, así que me la pasé mejor. Como toda fiesta alemana que se precie de serlo la principal actividad son los juegos de concursos. Los chicos se lucieron este año y aunque mi equipo empezó flojón un cierre espectacular nos permitió terminar en segundo lugar! Para el tradicional juego de entrega de regalos de broma yo hice 3 diferentes que fueron la sensación absoluta:

Ellos son mi grupo y algunos agregados
Los diplomantes organizan todo (son como tesistas de licenciatura, pero mejores)
Pregunta del concurso: Cuantas unidades formadoras de colonia se obtienen de un estropajo de cocina (seleccionadas en HA-agar incubadas 48 hrs a 37 grados)
Respuesta: 1 078 100!

Esto me gané yo! se llama Odín z va a ir en mi vortex
Tipisch Deutsch: Canciones para Asar!!!!
Y bueno, finalmente cuáles fueron mis regalos de broma?

Este es mi Jefe!

Cada mascara estaba acompañada por una foto del luchador original
Así como zo me emocioné con mi primera nevada ellos se emocionaron con su primera mascarita!