sábado, 12 de marzo de 2011

Fantakuchen

Una característica  que ha pasado desapercibida del estereotipo básico de los alemanes es su afición por los pasteles. No hay alemán que no sepa hacer al menos un pastel y practicamente siempre les quedan buenísimos. Hay pasteles para cada temporada del año, para cada región del país y están siempre presentes en cada evento social.  El primer contacto que tuvimos con la obsesión alemana de pasteles fué muy indirecta por medio de Susi y Evi Brom que horneaban unas delicias en México (pero que nunca relacionamos con su lado Austriaco-Alemán). Ya que nos mudamos a Alemania hemos comido pastel al menos dos veces al mes ya que cualquier pretexto es bueno para que un alemán cocine un pastel y lo lleve al lab. Entre los pasteles memorables que hemos comido aquí está en pastel de Sahne-Banane (crema y plátano) de la mamá de Otto, el pastel de frutos rojos de la mamá de Andrea y la tarta de Kirsch-Mohn-Marzipan de la esposa de Günther.
 Naturalmente después de estar expuestos a esta obsesión pastelera por mas de año y medio decidimos que ya era hora de intentar hacer un pastel propio y para nuestros primeros pininos elegímos un pastel típico de las fiestas infantiles: El fantakuchen! sip, en el nombre lleva su ingrediente estrella, y aunque suene un poco raro verán que solo es un pretexto pa que los niños coman un poco de fruta:

Ingredientes del pastel Fantakuchen:
2 huevos
1 taza de azucar
1/2 paquete de azucar de vainilla (es como azucar mascabado con escencia de vainilla)
1 1/2 tazas de harina de trigo
1 cucharita de polvos para hornear
1/2 taza de aceite
1 taza de Fanta

Ingredientes de la cubierta del Fantakuchen:

5 mandarinas (las alemanas son muy chiquitas, de las mexicanas deben bastar 3)
1 taza de Sahne (crema)

1 cucharadita de Sahnesteif (Estabilizador de crema, es pa que la espuma no se corte ni se baje, no se si haya en México)
1 taza de Schmand (Crema Acida)
1/3 taza de azucar
1/2 taza de Fanta
Canela

Preparación del Fantakuchen:
1.- Salir a caminar al bosque al menos durante 4 hrs (el wandering es otra tradición alemana que disfrutamos desde México gracias a la familia Brom) la caminata además de abrir el apetito ayudará a liberarse de culpas posteriores.
2.- Mezclar todos los ingredientes del pastel sin que queden grumos y vertir en un molde para pastel.
Estabilizador de crema, Azucar de vainilla y Polvos de hornear
Fanta alemana, notese que aquí es amarilla y no naranja

3.- Hornear en un horno precalentado a 175 grados centigrados durante 20 minutos o hasta que el pastel esté bien cocido (el nuestro tardó 30 minutos) y dejar enfriar. Mientras el pastel se hornea es bueno seguir la regla de Tati de limpiar todos los utensilios para no ir acumulando montañas de trastes sucios.

Pastel horneado
4.- En lo que el pastel se enfría pelar las mandarinas y partirlas en gajos

5.- Cuando el pastel esté frio desmoldar y cubrir con las mandarinas. Preparar la crema para cubrir el pastel mezclando la crema, el azucar, la fanta y el estabilizador y batir hasta que espese. A continuación añadir la cremaácida y batir hasta que se incorpore.
Ana Laura cubriendo el pastel con mandarinas Y haciendo la crema al mismo tiempo! Si no comparten su habilidad culinaria pueden hacer primero una cosa y luego otra!
6.- Una vez cubierto el pastel con las mandarinas cubrir con la crema
Pa que no digan que no ayudé!

7.- Refrigerar el pastel cubierto durante 15 minutos y aprovechar para poner café y lavar los trastes de nuevo (como decía Tati)
Lavando trastes con la weißbier a un lado
8.- Sacar el pastel del refri, cubrir con canela en polvo y tomarle una foto

9.- Disfrutar en pareja con un cafecito. Contenido calórico: Un chingo, pero si salieron a caminar por el bosque por la mañana no van a sentir nada de culpa porque za prequemaron las calorias que se van a empacar! (Y es así que descubrimos la relacion entre las obsesiones alemanas por el wandering y los pasteles)



Agradecimientos: A David por el robot y el molde de pastel y a Fred por enseñarnos a tomar café en platos de sopa!