Enooooorme plato de arroz con leche con puré de manzana y canela
La experiencia pasó de interesante a aterradora. Los primeros bocados sabían bastante bien, aunque el cerebro pedía a gritos que antes del postre me comiera algo salado. Despues de 3 o 4 cucharadas empiezas a notar la consistencia batida del arroz y poco a poco dejas de percibir el sabor de manzana y canela para substituirlos por sabor a papilla de arroz para bebé, mientras que el cerebro sigue diciendote a gritos que eso no es una comida completa sino un postre grandote. Total, me dí por vencido y por supuesto que no me terminé el plato.
La experiencia me dejó muchas cosas positivas, como poder negarme a comerlo de nuevo argumentando que ya lo probé y una nueva forma de molestar a los alemanes cuando me hagan caras porque comemos chapulines (como pueden quejarse de comer insectos cuando se terminan con gusto un plato de esto?????). También me hizo re-valorar al Schnitzel como plato típico del sur de Alemania.
Pa que conste que no me lo terminé!!!
wakala!!! que bueno que no te lo terminaste...
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